Historia
La Fundación Wiphala fue creada por Rita Zabala, Nazarena Pereyra y Facundo Pereyra en abril de 2008 para canalizar inquietudes que ya habían sido puestas en práctica o imaginadas en años anteriores en el valle de Tafí por un grupo variable de gente, la comunidad indígena del pueblo del valle de Tafí, Intersectorial pro-reserva de la biósfera, INAI instituto nacional de asuntos indígenas, y banco popular de la buena fé.
Rita Zabala integrante de estos grupos une esfuerzos con sus hijos N.P y F.P para pensar las acciones principales de una fundación basada en una lectura de necesidades comunes del contexto, con la convicción de que es posible superarlas.
Trabajamos en el Valle de Tafí, sito en el Noroeste de la Provincia de Tucumán, compuesto por una población mayoritariamente descendiente de los pueblos originarios Diaguitas.
Tafí tiene una población aproximada de 10.000 habitantes; es una villa con amplio desarrollo turístico, por lo que muchos tafinistos se emplean en los servicios que este movimiento demanda, son jardineros, empleadas domésticas, mucamas, mozos, empleados de comercio, siendo los menos beneficiados de las ganancias que el movimiento turístico genera, a pesar de ser ellos los dueños del legado cultural de los antiguos.

Desde la brutal conquista española, y el posterior reparto de las tierras por parte de los terratenientes, a pesar de estar vigente la legislacion internacional, nacional y provincial reconociendo al valle como territorio indígena, se siguen viendo avasallados los derechos sobre el territorio, sus recursos naturales y humanos.
Las opciones mas alla de la jornada laboral son escasas.
Tafí cuenta con escuelas provinciales de nivel primario y secundario, los chicos egresan con títulos orientados al agro y al turismo. Y Desde hace un par de años existe también un terciario en Desarrollo Local y Economía Social. Las oportunidades de desarrollo personal y profesional que Tafí ofrece a sus jóvenes se ven reducidos debido a una educacion restringida a las nececidades de un contexto rural sudamericano, y en otros casos muchos chicos son absorbidos por los trabajos en la tierra y en la construcción en vez de poder estar con sus pares en la escuela.
Hay carencias de estímulos directos relacionados a la producción cultural, artística, y la práctica recreativa de deportes. Más allá de la escuela, el cyber y el local bailable, los chicos y los jóvenes no encuentran aquí espacios alternativos de formación.

Para el desarrollo de las diferentes propuestas la Fundacion Wiphala busca las articulación con otras instituciones, organizaciones y entidades como la Fundación Madre Teresa de Calcuta (San Miguel de Tucumán), el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, el Consejo Municipal de Infancia Adolescencia y Adultos Mayores (Tafi del Valle), la Red Nacional de Banquitos y Red NOA (noroeste Argentino), la Comunidad Indígena de Tafí, la Cooperativa el Takellar (Tafí del Valle), la Cooperativa Unión Diaguita ( Tafí del Valle), la Ruta del Tejido (Valles Calchaquíes), Red de Mujeres Autoconvocadas Tarpuy Pacha, entre otras.